Tras 11 años y el éxito comercial del cerdito Babe vuelve Chris Noonan a la gran pantalla, pero la verdad, mejor que se hubiera quedado en sus series y documentales. Convierte una historia de vocación y feminismo en otra de conejitos, parte importante sin duda de este famosa escritora infantil, pero no tanto como para parecer, en ocasiones, oligofrénica. De todas formas a mi Renée Zellweger me sigue sin convencer en absoluto, salvo su papel en Cold Mountain, que es donde por primera vez la he visto actuar. Todo lo contrario que Ewan McGregor, que es lo único que me mantuvo con vida en esta indiferente película, que no historia. Lo siento por la auténtica Potter, menudo resumen de su vida...
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