Australia, 2008

Empeorando
Baz Luhrmann ha empeorado, aunque no de forma estrepitosa. Australia es una película correcta, que cuenta con dos actuaciones de primera fila, pero ninguna de ellas llega a brillar como en otras ocasiones y además el metraje es, una vez más, demasiado largo. Se pueden contar hasta tres finales distintos, terminar con el primero es imposible ya que dejaría la obra en un cortometraje, hacerlo con el segundo habría sido lo ideal, pero llevarlo hasta el tercero cansa y aburre casi tanto como el desierto. Sigo premiando la innovadora forma de hacer cine de Luhrmann, pero mientras que en Moulin Rouge paladeas el tango de Roxanne durante toda una vida, en este caso no me quedo con nada imborrable entre mis neuronas, quizás lo peor que le pueda pasar a cualquier película, que se olvide con el paso del tiempo, incluso sólo un par de horas. Cuesta entrar en la historia, cuesta emocionarse incluso cortando una cebolla. Esperaremos a la siguiente a ver qué tal.