


Aceptable Jose Luis Cuerda, aceptable Javier Cámara y algo mejor Maribel Verdú. Duro drama situado en Galicia en los años 40, con menos acentiño del que me hubiera gustado encontrar y con una excesiva búsqueda de la tragedia. Lo mejor es poder dar rienda una vez más a mi odio hacia el mundo de la Iglesia, reflejada como tramposa e hipócrita, es decir, como lo que era entonces y muy cerca de lo que es también ahora. Duro y aplaudido golpe hacia todo lo eclesiástico en el cine español de 2008, entre Camino y estos girasoles los anuncios de linces quedan como la demagógica anécdota que son, y se demuestra que en su día, algunas madres deberían haber abortado los curas que llevaban dentro. Recomendable para no olvidar nunca las injusticias que se cometieron con gobiernos francamente absurdos.
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