viernes, 31 de julio de 2009

Ángeles y Demonios, 2009

Entretenimiento estándar
Cine comercial que divierte, distrae, ameniza cualquier tarde y se olvida esa misma noche. Cualquier acertijo, por imposible que parezca, está al alcance de las avispadas neuronas de Robert Langdon. El debate ciencia / religión queda muy pobre, pero tampoco se puede pedir más a una obra claramente clasificada dentro del género de acción. La actuación de Ewan McGregor, como el camerlengo, es notable. El resto aprueba por los pelos, Tom Hanks ya no da para mucho más. A Ron Howard le espero en la próxima antes de suspenderle, porque él sí que puede dar mucho más. En resumen, acción rápida, rompecabezas imposible que se resuelve con excesiva facilidad y por último –ojo que va un spoiler, pasar ratón por encima- ¿Qué narices hace un cura pilotando un helicóptero?

1 comentario:

Juan Rodríguez Millán dijo...

No lo voy a decir muy alto, no te lo vayas a creer, pero aquí estoy totalmente de acuerdo, je, je, je... Se ve, se disfruta y se olvida. Eso sí, hay que aceptarle las continuas explicaciones para tontos que dan los personajes, las cuestiones inexplicadas que en el libro seguro que ocupan 30 páginas de sesuda investigación por parte de Dan Brown y un ritmo falso a más no poder (cada hora van a matar a un cura, pero les da tiempo hasta a ducharse...). Tu spoiler se supone que lo explican durante la película, pero, claro, hay que hacerle todo un ejercicio de fe para creérselo...