martes, 29 de junio de 2010

Robin Hood, 2010

Más y mejor
¿Qué diríamos de Robin Hood si no hubiera existido Gladiator? Pues sencillamente que estamos ante una gran película. El problema es que la dirige Ridley Scott y la protagoniza Rusell Crowe, y entonces todo el mundo entra en el cine para ver a Máximo, y claro, se lleva un chasco tremendo. Y es que disfrutaríamos el triple de algunas películas si no nos dedicáramos a comparar, si no fuéramos al cine esperando obras de arte y si no hiciésemos demasiado caso a lo que nos dijeran los demás; es decir, sin ideas preconcebidas. Y dicho esto, ¿para qué sigo yo escribiendo? Es un peliculón, está bien llevado, entretiene y tiene partes de la historia de Robin Hood que seguro que no te sabes. Merece la pena, pero si lo que quieres es ver Gladiator, ponte el DVD en casa que el cine está muy caro como para tener la sensación de haber perdido el dinero al abandonar la sala. Ni que decir tiene que tampoco es conveniente compararla con la de Kevin Costner, que también es muy buena y, por supuesto, también es diferente.

No hay comentarios: