martes, 8 de enero de 2008

La Sombra de un Secuestro, 2004

Muy buenas interpretaciones... pero nada más
Un tal Pieter Jan Brugge contrató a Robert Redford y a Willem Dafoe, y a un tal Justin Haythe para marcarse un guioncillo aceptable, y le salió una obra cuanto menos curiosa. Merece la pena sólo por ver a estos dos maestros de la interpretación frente a frente, que sin duda son los que salvan la película. Y por favor... ya está bien de los muertos que al final no se mueren y de las escapadas vergonzosas, que el pobre Robert parece tonto. Desde luego no es fácil hacer buen cine, eso está claro, cuando aciertas con los actores te dejas el guión de lujo, y Fermatversa...

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