
Mención Especial del Jurado

Buena, digna, dura y educativa
“A mandar, que ‘pa’ eso estamos”. Durante los 107 minutos de dureza que nos regala Mario Camus uno no deja de tener la sensación de que hoy aún existen muchos valientes que piensan y actuan como los señoritos de la época. Y es que no existe peor cóctel que el del dinero mezclado con la arrogancia de las ideas políticas que tienden a olvidar al pueblo. Alfredo Landa, Francisco Rabal y Terele Pávez actúan de tal forma que no existe ningún premio para poder recompensarles, salvo el de los aplausos. Azarías es uno de los personajes más fascinantes que recuerdo, un papel complicado llevado a la perfección por Rabal, una flecha en el corazón sin necesidad de utilizar palabras. Dura y educativa, digna de no olvidar.


“A mandar, que ‘pa’ eso estamos”. Durante los 107 minutos de dureza que nos regala Mario Camus uno no deja de tener la sensación de que hoy aún existen muchos valientes que piensan y actuan como los señoritos de la época. Y es que no existe peor cóctel que el del dinero mezclado con la arrogancia de las ideas políticas que tienden a olvidar al pueblo. Alfredo Landa, Francisco Rabal y Terele Pávez actúan de tal forma que no existe ningún premio para poder recompensarles, salvo el de los aplausos. Azarías es uno de los personajes más fascinantes que recuerdo, un papel complicado llevado a la perfección por Rabal, una flecha en el corazón sin necesidad de utilizar palabras. Dura y educativa, digna de no olvidar.
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