martes, 8 de julio de 2008

El Incidente, 2008

Paranoia neurotóxica
Shyamalan comienza a convertirse, si no lo era ya, en uno de esos directores que admiras o, en cambio, esperas que inhale rápidamente cualquier neurotoxina. Lo cierto es que empezó fuerte con El Sexto Sentido, y luego ha sido complicado mantener el nivel, pero siempre consigue mantener una alarma constante en la gran pantalla por la que sigue mereciendo la pena acudir a sus obras, incluso pagando. En este caso tengo que reconocer que me mantuvo con la boca abierta durante prácticamente toda la película, jugando con algo tan inherente al ser humano que nunca queremos ver. Cambios de ritmo continuos que impiden descansar, agotadora sensación de que el viento volverá a soplar en la dirección de los fugitivos, terror a que los labios de cualquiera repitan la misma frase. En resumen, no es ninguna obra maestra pero merece la pena divertirnos otra vez con la compleja mente de este polémico indio.

1 comentario:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Pues siendo un admirador absoluto de Shyamalan, reconozco que aquí veo un patinazo... No le vi demasiado interés a la historia, es lenta y sin demasiado que contar, y no le vi de atractivo a la narración, que se ha copiado de otras de sus películas, algo que hasta ahora no había hecho. Pero como es un genio, se lo perdona a la espera de su siguiente película...