viernes, 17 de octubre de 2008

Réquiem Por Un Sueño, 2000

Desgarradora, asfixiante, embriagadora, absorbente, adictiva, envolvente...
Lo consiguieron Los Puentes de Madison cuando aún no había cumplido los veinte años. Entonces fue por el amor imposible entre dos ancianos, por una puerta que cualquier corazón hubiera abierto pero que terminó muriendo encasquillada por el cerebro. Tuvieron que pasar casi 10 años para repetirlo. En este caso fue por la llegada de una muerte anunciada y anhelada, aderezada con un aire gallego que casi se podía respirar. Me refugié Mar Adentro para ocultar mis lágrimas. Y cuando menos lo esperaba me ha vuelto a ocurrir, con más intensidad que nunca. Después de la burla que me pareció La Fuente de la Vida supe que tardaría en ver su famoso funeral de sueños, pero lo que nunca me pude imaginar es que Darren Aronofsky consiguiera clavarme una daga repleta de sentimientos con semejante precisión quirúrgica. Desgarradora, asfixiante, embriagadora, absorbente, adictiva, envolvente, tan dolorosamente triste que sólo pensar en volver a verla me produce terror, pero lo haré, porque de alguna forma ya lo necesito. Cuando el cine consigue hacerte vibrar, sea cual sea la emoción provocada, es un auténtico placer. Remueve con maestría elementos tan inherentes al ser humano como el oscuro y sordo vacío de la soledad, el riesgo de la placentera y fácil adicción, la interminable búsqueda egoísta de la ambición o el amor sincero, en todas sus direcciones y sentidos. Las notas de música se convierten en focos de luz para guíar al bisturí de Aronofksy hacia nuestro interior. Aún no sé si quiera si recomendarla o no, aún me da vueltas la cabeza y ya han pasado tres días. Las actuaciones son superiores a los sueños de muchos proclamados como grandes intérpretes. La película es mucho más que buen cine.

3 comentarios:

MoN dijo...

apfff
yo vi esa pelicula, y la tuve que quitar....
simplemente por la sensacion que me dejaba en el cuerpo de agobio, de tristeza, de que no hay escape.

Supongo que el buen cine consigue eso, que sientas...

pero no me gustaba lo que sentia


un beso!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Pues yo tengo que decir que me parece una película horrenda, sin absolutamente nada rescatable (salvo su música, brillante), un timo que se vale de cien trucos para crear una sensación de angustia que, siento decir, a mí no me dio en ningún momento.

En lugar de empatía, los personajes me crean antipatía. En lugar de emoción, el director me causa aburrimiento. Y así, tanto me daba que los protagonistas se drogaran, se emborracharan, se acostaran o se tiraran por la ventana, francamente...

Es una de esas películas con una fama formidable que a mí no me dicen nada. Bueno, me dijo casi lo mismo que esa tomadura de pelo infumable que es La fuente de la vida... Imagino que si hay más comentarios, me lloverán palos, pero, qué queréis que os diga, el cine es un arte y como tal algo totalmente subjetivo y personal...

Pero qué raro, tú y yo discrepando abiertamente, je, je...

Roi dijo...

Yo creo Juanillo que con esta peli has sufrido el efecto M. y eso claramente te marcó... Estar de acuerdo conmigo es tolerable, pero estar de acuerdo con M. podría suponerte una úlcera crónica!!

Dentro de una década te invito a volver a verla, a ver si esta vez si te llega. Abrazotes.

Y un besete Mon, un placer verte por aquí!!